lunes, 5 de agosto de 2013

El Humanismo en la Educación

 El conflicto magisterial observado hoy en día por varios puntos de nuestro país, y que ha encontrado su sede en Morelos, es un signo más de la polarización política que vive el país pero sobre todo una crisis de sus instituciones. Sin embargo, entre las diversas razones de unos y otros, hay un hecho que está, en el fondo del conflicto y que nadie cuestiona: el humanismo en la educación. 

Humanismo, es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste en reflexionar y velar por que el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia. Sin embargo el humanismo va mas allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.

El hombre, según Frenando Savater,  pasa por dos gestaciones: la primera, que le da la vida; la segunda, la educación y es a través de ellas que se construye la interrelación entre hombre y sociedad, por lo tanto, es obligación de la sociedad preparar al hombre para su integración a ella, para transformarla y desarrollarla.

Balmes que “la educación es al hombre lo que el molde al barro, le da forma”, la educación intelectual tiene su origen en el estimulo de los sentimientos a lo largo de la formación.  A través de la educación que aportan tanto la sociedad, la escuela y la familia, al niño se le puede educar o maleducar con acción y omisión, con ausencia y con presencia, o  como diría Aristóteles. “por exceso o por defecto de mimos y tentaciones. 

La escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido. No obstante. La educación formal no es autónoma de la educación externa negativa que proviene de la sociedad y su entorno, junto ala cual ha tenido que sobrevivir e incluso competir. Esta ultima entorpece contradice y desvalorizara  los fundamentos pedagógicos del proceso educativo. Esto se manifiesta con la gama de información no adecuada, que resulta más atractiva para los niños y los jóvenes, a través del cine, la televisión, la calle y la información de la Internet. Dicha educación, lejos de formar, deforma y lejos de educar, deseduca.


La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, apliquemos estos conocimientos teóricos propuestos y muchos más, pongámoslos en práctica en la casa, en la calle, en la escuela y en todo lugar, vivamos con valores, actuemos con apego a principios éticos, seamos mas reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos mas abiertos, menos directivos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos mas  humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos, y finalmente, a los maestros y padres de familia, enaltezcan el verdadero valor de educar, cuya meta no solo es lograr mejores profesionistas si no mejores seres humanos.  


publicado a la‎(s)‎ 24/10/2008 20:27 por Mich Iriarte   [ actualizado el 24/10/2008 ]

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